Beautiful Plants For Your Interior

Nuestra experiencia como voluntarios en el LDC: servir a Jehová con alegría
Un día, mi esposa y yo hablamos sobre cómo podíamos hacer más en nuestro servicio a Jehová. Fue entonces cuando decidimos enviar nuestra solicitud como voluntarios a través del formulario A2. Aunque no recibimos respuesta de inmediato, mantuvimos la esperanza, orando con fe y esperando en el tiempo de Jehová.
Pasaron algunos meses… y luego, ¡llegó el correo que tanto esperábamos! Nos invitaban a participar en la construcción de un nuevo Salón del Reino. Aunque teníamos dudas por mi horario de trabajo completo, nos dimos cuenta de que podíamos escoger los días en que podíamos asistir. La invitación era semanal y muy flexible, algo que nos animó aún más.
Primer día en el proyecto: trabajo, errores y alegría
El primer día llegamos con emoción (y algo de nervios). Nos asignaron tareas como botar tierra y colocar piedras. Aunque al principio cometimos un error —¡pusimos las piedras justo donde no debían ir!— el hermano encargado nos corrigió con amabilidad. Aprendimos, corregimos… ¡y seguimos trabajando con más ganas!
Ver a tantos hermanos trabajando juntos con alegría fue inspirador. Cada uno daba lo mejor de sí, sin importar la tarea. Desde los que estaban en la obra hasta las hermanas que cocinaban, todos reflejaban el espíritu de unidad que caracteriza al pueblo de Jehová.
La recompensa: comida deliciosa y compañerismo cristiano
Después del trabajo físico llegó uno de los momentos más sabrosos del día: ¡el almuerzo! Las hermanas habían preparado todo con tanto esmero que nos conmovió. Verlas trabajando felices, sirviendo a los voluntarios con amor, fue una gran lección sobre lo hermoso que es servir en equipo.
Ese día, más allá del cansancio, nos llevamos amistades nuevas, sonrisas sinceras y la satisfacción de haber hecho algo por Jehová. Realmente sentimos que estábamos contribuyendo a algo muy especial.
¿Vale la pena servir como voluntario en el LDC?
Definitivamente sí. No necesitas ser un experto en construcción ni tener tiempo libre ilimitado. Solo necesitas disposición, un corazón humilde y amor por Jehová. El LDC ofrece oportunidades para hermanos y hermanas con distintos talentos y habilidades, todos pueden aportar de alguna manera.
Al final del día, sentimos lo que dice Hebreos 6:10: “Dios no es injusto para olvidar el trabajo que hacen por su nombre”. Cada esfuerzo cuenta, cada sacrificio es valioso a los ojos de nuestro amoroso Creador.
¡Anímate tú también!
Si alguna vez te has preguntado: “¿Qué más puedo hacer para servir a Jehová?”, considera llenar el formulario A2 para voluntariado en el LDC. No solo estarás ayudando en un proyecto tangible, sino que experimentarás la alegría de ver cómo Jehová bendice a quienes se gastan por él.
Servir como voluntario en los proyectos del LDC es una experiencia que fortalece tu fe, tu matrimonio y tu amor por la organización de Jehová. También te ayuda a conocer a otros hermanos y hermanas que comparten tu deseo de servir con entrega y alegría.
Y como siempre… ¡todo se hace con alegría, orden y amor!
“Sirvan a Jehová con alegría. Vengan ante él con gritos de alegría” — Salmo 100:2.